EXITOSO PRIMER CONGRESO INTERNACIONAL DE CUENTAS.

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Un éxito resultó la realización en esta capital del Primer Congreso Internacional del Tribunal de Cuentas los días 24, 25 y 26 de septiembre, con una nutrida participación de empleados y agentes de manejo, administradores, abogados, auditores de las instituciones públicas, entidades de auditoría e investigación y organismos de administración de justicia, en el que se examinó la Jurisdicción de Cuentas desde su base constitucional y legal, su relación con otras jurisdicciones afines y el examen comparativo con Brasil, Chile y España.

    En sus palabras inaugurales, el magistrado presidente Oscar Vargas Velarde se refirió al significado de este Congreso, destacó los avances técnicos de la institución, la superación del recurso humano y reveló que el Tribunal de Cuentas ha proferido sentencias de responsabilidad patrimonial por un monto superior a los 33 millones de balboas.

     Renombrados expositores de España, Brasil y Chile participaron en este congreso, tales como el Dr. Olayo Eduardo González Soler, el Dr. Antonio Arias Rodríguez, Dr. Paulo Soares Bugarin, y el Dr. Marcelo Araya Rojas, cuyas conferencias permitieron realizar comparaciones entre los tribunales de esos países con el Tribunal de Cuentas de Panamá.

     En este evento también participaron destacadas personalidades del mundo jurídico panameño como el magistrado Víctor Leonel Benavides, el magistrado Abel Zamorano, la magistrada Ileana Turner Montenegro, la licenciada Ilcedith Cedeño y el magíster Armando Fuentes. Igualmente, participaron la Dra. Virginia Arango Durling y el Dr. Rigoberto González Montenegro, catedráticos de la Universidad de Panamá, el Ing. Luis Cleghorn, la exmagistrada Lourdes Arias, así como el Dr. Eustorgio Herrera, el Lcdo. Jorge Luis Quijada y los abogados Dionisio Botello y Jean Carlos Girado.

IMG_4979 (800x533)     Durante la ceremonia de clausura, el magistrado Rolando Mejía Mosquera agradeció a todos los expositores y participantes por haber sido protagonistas de una rica experiencia académica y por el éxito del evento.

     El Primer Congreso Internacional del Tribunal de Cuentas permitió el intercambio de conocimientos, experiencias y adelantos en materia de Justicia de Cuentas y la lucha contra la corrupción.

I. PROGRAMA DEL CONGRESO.

PORTADA DE PROGRAMA

II. PALABRAS DEL MAGISTRADO OSCAR VARGAS VELARDE, PRESIDENTE DEL TRIBUNAL DE CUENTAS, EN LA CEREMONIA DE INAUGURACIÓN DEL PRIMER CONGRESO INTERNACIONAL DEL TRIBUNAL CUENTAS.

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                                                            Panamá, 24 de septiembre de 2014

Honorable señora
ILEANA TURNER MONTENEGRO
Magistrada Vicepresidenta a. i. del Tribunal de Cuentas

Honorable señor
ROLANDO MEJÍA MOSQUERA
Magistrado del Tribunal de Cuentas en funciones

Reverendo Padre
REMIGIO SANTANA
Canciller de la Arquidiócesis de Panamá

Honorable señor
ABEL AUGUSTO ZAMORANO
Magistrado de la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia y Presidente del Instituto Colombo Panameño de Derecho Procesal

Honorable señor
OSCAR CEVILLE
Procurador de la Administración

Su Excelencia
ALDANIO SENNA
Embajador de la República Federativa de Brasil

Honorable señor
PAULO SOARES BUGARIN
 Procurador General del Ministerio Público de Cuentas de Brasil

Honorable señor
OLAYO EDUARDO GONZÁLEZ SOLER
Fiscal Jefe del Tribunal de Cuentas de España

Honorable señor
ANTONIO ARIAS RODRÍGUEZ
Síndico de la Sindicatura de Cuentas del Principado de Asturias

Honorable señor
LUIZ HENRIQUE POCHYLY DA COSTA
Secretario de Sesiones del Tribunal de Cuentas de la Unión, República Federativa de Brasil

Honorable señor
MARCELO ARAYA ROJAS
Asesor Jurídico de la Contraloría General de la República de Chile

Honorable señor
MANUEL CUPAS FERNÁNDEZ
Magistrado Presidente del Tribunal Administrativo de Contrataciones Públicas

Honorables Magistrados del Tribunal Administrativo de Contrataciones Públicas

Honorable señora
ISIS ORTÍZ MIRANDA
Magistrada Vicepresidenta del Tribunal Administrativo Tributario

Honorables Magistrados del Tribunal Administrativo Tributario

Honorable señora
MELISSA FLYNN
Coordinadora de la Academia Regional Anticorrupción para Centroamérica y El Caribe

Honorables Miembros del Cuerpo Diplomático

Honorables Fiscales Anticorrupción

Honorables Jueces del Primer Circuito de Panamá

Honorables representantes de la Contraloría General de la República

Honorables representantes de la Fiscalía General de Cuentas

Honorable Señora
DORA DE ESTRIBÍ
Secretaria General del Tribunal de Cuentas

Invitados especiales

Señores expositores y delegados

 

Señoras y señores:

Me es muy grato expresar, en representación del Tribunal de Cuentas, especialmente de sus Magistrados y de sus demás funcionarios, un cordial saludo al señor canciller de la Arquidiócesis de Panamá, cuya sede eclesiástica acaba de cumplir 501 años, abanderada por la egregia imagen de Santa María La Antigua; a todas las autoridades presentes, a los distinguidos representantes del cuerpo diplomático acreditado en Panamá, a los expositores extranjeros,  a los expositores nacionales y a los participantes de los diferentes ministerios, instituciones autónomas y entidades de control, de investigación y de administración de justicia.

Sean todos bienvenidos a este Primer Congreso Internacional del Tribunal de Cuentas con el cual pretendemos proyectar, intercambiar y ampliar los conocimientos y las experiencias de la función jurisdiccional del Tribunal de Cuentas en su labor de recuperar a través de los procesos patrimoniales los bienes y los dineros malversados al Estado.

 

Damas y caballeros:

El actual Tribunal de Cuentas de Panamá, lo mismo que la Jurisdicción de Cuentas, fue creado por la reforma constitucional promulgada en el 2004 y desarrollado por la Ley 67 de 14 de noviembre de 2008, recuperando la tradición de nuestros prohombres, quienes se preocuparon por establecer instituciones que velaran por el buen uso del patrimonio del Estado y activaran los mecanismos procesales correspondientes para recuperar de los servidores públicos, los ex servidores públicos o de los particulares, los bienes y los fondos nacionales o municipales mal habidos.

Los antecedentes más antiguos de esta entidad, en tierras americanas, se remontan a la  Real Orden de Contaduría, promulgada en la ciudad de Burgos en 1605, por el rey Felipe III, quien estableció tres Tribunales de Contadores de Cuentas: uno en la ciudad de los Reyes, es decir, en Lima, en las provincias del Perú;  el otro en la ciudad de Santa Fe, en el Reino de la Nueva Granada;  y el tercero, en la ciudad de México, capital de la Nueva España. Cada Tribunal estaba integrado por tres contadores de cuentas como máxima autoridad.

En este sentido, la Corona española estableció una completa y detallada regulación, orgánica y operativa, de estos órganos de control de la gestión de los caudales reales con amplitud de poderes frente a las otras autoridades y medios para su buen funcionamiento, con doble  objetivo: 1. Para que tomaran las cuentas de las rentas y los derechos que le pertenecían en aquellos reinos y señoríos americanos; y 2. Para que se mejorara la administración y el buen recaudo de la Real Hacienda en estas lejanas tierras.

Estos Tribunales de Cuentas, en su evolución, fueron investidos de autoridad gubernativa; de tal forma gozaron de facultades que abarcaban a los funcionarios y las autoridades de toda clase y fuero a los efectos de que cumplieran con sus obligaciones contables; y de autoridad jurisdiccional para enjuiciar la gestión económica y la rendición de cuentas.

La Real Audiencia de Panamá, conforme a otra Orden Real de 1609, dictada en Madrid, quedó adscrita al Tribunal de Cuentas de Lima. En efecto, se dispuso que las Cajas Reales de Panamá y del distrito de su Real Audiencia se tomaran en este territorio en la forma que se hacía hasta el momento, pero debían remitirse para su examen a dicho Tribunal en el Perú.

En el siglo XVIII, tras la constitución del Virreinato de la Nueva Granada, Panamá fue supeditado a la jurisdicción del Tribunal de Cuentas de Santa Fe, que luego funcionó efímeramente en el Istmo  cuando, declarada la Independencia en 1810, las autoridades españolas decidieron trasladarlo a esta ciudad que se convirtió provisionalmente en sede del Virreinato. Con la independencia de Panamá de España el 28 de noviembre de 1821, sus próceres decidieron la unión a la República de Colombia, formada también por la Nueva Granada, Venezuela y Ecuador, en virtud del genio y de la espada del Libertador Simón Bolívar.

Así, nuestra legislación y nuestras instituciones, bajo la égida del modelo colombiano, se olvidaron del Tribunal de Cuentas. Tal vez, por  influencia del pensamiento de don Miguel de Pombo, el Congreso de la nueva  República adoptó la decisión de liquidar a este Tribunal, al que se calificaba de anacrónico, oneroso, y de organización viciosa, y prefirió crear un departamento denominado Contaduría General de Hacienda, que asumió las atribuciones del Tribunal de Cuentas y de la Contaduría Mayor de Cuentas del Virreinato, en la tarea de llevar adelante el control y el examen de todas las cuentas de la Hacienda Pública.

Con la creación del Estado Federal en 1855, gracias al talante y a los esfuerzos del insigne patricio, doctor Justo Arosemena, su Jefe Superior, se retornó a la tradición. La Asamblea Constituyente, con gran visión y verdadero sentido de responsabilidad en el manejo del patrimonio estadual, expidió la Ley de 28 de septiembre de 1855, que instauró el Tribunal de Cuentas, regido por el Juez  de Cuentas y con  un procedimiento detallado de la rendición de cuentas, con reglas referidas al finiquito, a los reparos y a las responsabilidades contables.

La Constitución de 1863 elevó este Tribunal a rango constitucional, el cual se perfeccionó con el Código Administrativo del Estado Soberano de Panamá, preparado por el propio doctor Arosemena, y se mantuvo en funciones hasta 1885 cuando fue liquidado por la “Regeneración” colombiana el régimen federal y remplazado por el sistema unitario y centralista de gobierno.

Tras la separación de Panamá de Colombia, la Constitución Política de 1904 incluyó en su normativa el tema del Tribunal de Cuentas, a instancias del doctor Eusebio A. Morales, prócer de la República. Con fundamento en esta Carta Magna, la Asamblea Constituyente adoptó  la Ley 56 de 25 de mayo de 1904, que crea y organiza el Tribunal de Cuentas, formado por tres contadores nombrados por la Asamblea Nacional, para el examen y el fenecimiento de las cuentas que debían formar los responsables del erario nacional. Este Tribunal ejerció sus funciones hasta principios de 1919, cuando por recomendación del agente fiscal de la República, el Órgano Ejecutivo adoptó la lamentable decisión de suprimirlo.

Luego el Tribunal de Cuentas quedó sumido en un extendido letargo. La Constitución Política de 1941 descartó el Tribunal de Cuentas y elevó a norma suprema la existencia de la Contraloría General de la República, instituida a finales de diciembre de 1930, con la tarea de fiscalizar, regular, vigilar y controlar los movimientos de los tesoros públicos y la de examinar, comprobar, revisar e intervenir las cuentas.

La Constitución de 1946 dispensó a dicha Contraloría General la calidad de departamento independiente del Órgano Ejecutivo, con funciones más claras y definidas en cuanto a la vigilancia y al control de los fondos  públicos.

La Constitución Política de 1972 así mismo reguló la Contraloría General y le asignó el ejercicio de la Jurisdicción de Cuentas. La Ley 32 del 8 de noviembre de 1984, por la cual se adopta su Ley Orgánica, desarrolló esta Jurisdicción, encaminada a juzgar las cuentas de los empleados y los agentes de manejo. La estructura institucional comprendía al Juzgado de Cuentas y al Tribunal de Cuentas, con un Fiscal de Cuentas en defensa de los intereses públicos para las dos instancias.

Lo cierto es que estas autoridades nunca entraron en funcionamiento y  luego de la intervención militar estadounidense del 20 de diciembre de 1989, el gobierno del presidente Guillermo Endara, resolvió mediante Decreto de Gabinete crear la Dirección de Responsabilidad Patrimonial (DRP), dentro de la Contraloría General de la República, bajo la responsabilidad de tres magistrados, para los propósitos de la determinación de la existencia de las lesiones patrimoniales consumadas en menoscabo del Estado y deducir la responsabilidad de sus autores.

La Dirección de Responsabilidad Patrimonial que funcionó entre el 10 de febrero de 1990 y el 14 de enero del  2009, recibió de la Contraloría General un total de 2,231 investigaciones, que se convirtieron en igual número de expedientes. Tramitó y logró concluir  1,897 de estos expedientes, mientras que 334, en diferentes trámites, fueron transferidos por ministerio de la Constitución y de la Ley al Tribunal de Cuentas. Las resoluciones de cargos y las resoluciones de reintegro por lesión patrimonial evidente, proferidas por la Dirección de Responsabilidad Patrimonial, implicaron condenas por 90 millones, 370 mil 139 balboas.

En aras de fortalecer las instituciones democráticas del país y de separar las funciones de control, fiscalización y auditoría, de las funciones de administrar justicia patrimonial, la reforma constitucional del 2004 incluyó en su ordenamiento al Tribunal de Cuentas, integrado por tres Magistrados, con jurisdicción y competencia nacionales, para juzgar las cuentas de los empleados y los agentes de manejo, cuando surjan reparos formulados por la Contraloría General de la República por razón de irregularidades. Este Tribunal, así mismo, responde al espíritu y la normativa de la Convención Americana contra la Corrupción, celebrada en Caracas en 1996 y la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción, celebrada en Nueva York en el 2003.

Al tenor de dicha reforma constitucional, la Ley 67 de 14 de noviembre de 2008, que desarrolla la Jurisdicción de Cuentas, organizó el Tribunal de Cuentas, como un organismo especializado que tiene a su cargo el enjuiciamiento de los servidores públicos y los particulares que cometen irregularidades constitutivas de lesión patrimonial contra el Estado. Además, introdujo la Fiscalía de Cuentas, ahora Fiscalía General de Cuentas, entidad pública coadyuvante que, luego de los reparos formulados por la Contraloría General de la República, en razón de sus auditorías, investigaciones e informes, tiene la facultad legal para realizar las investigaciones patrimoniales correspondientes, en el marco de la Jurisdicción, las cuales deben someterse al conocimiento del Tribunal.

El Tribunal de Cuentas es independiente en los aspectos administrativos, en los aspectos presupuestarios y en los aspectos funcionales. No está subordinado al Órgano Ejecutivo, al Órgano Legislativo, al Órgano Judicial ni a la Contraloría General de la República.

Con apenas cinco años y medio de vida, el Tribunal de Cuentas se inserta en el desarrollo de la nación panameña con nueva dirección en materia de justicia y real aporte a la lucha contra la corrupción. Desde el su inicio de funcionamiento ha tramitado 694 expedientes (334 DRP y 360 Tribunal de Cuentas). De estos, con resolución de cierre (por pago al Tesoro Nacional de la lesión patrimonial) o con resolución final de cargos, es decir, de condena, ha concluido 407 expedientes, por un monto de 33 millones 120 mil 358 balboas.

En el Tribunal de Cuentas cursan ahora unos 287 expedientes, los cuales se encuentran cumpliendo el trámite patrimonial correspondiente, cuya cuantía total asciende a 52 millones 402 mil 742 balboas e involucra a 2,152 procesados.

En un esfuerzo encaminado a estructurar debidamente la institución, se han creado  las unidades administrativas con el  recurso humano calificado, que permitan concretar la eficiencia profesional y la calidad del desempeño, en la tarea de prestar un servicio público de calidad.

El Tribunal de Cuentas ha avanzado tecnológicamente lo que ha permitido digitalizar los procesos patrimoniales en sus diferentes fases, beneficiando a todos los usuarios del sistema. Hoy se puede  registrar, controlar, actualizar y visualizar automáticamente todas las etapas del proceso de cuentas.

El uso de esta tecnología ha permitido realizar el reparto automatizado aleatorio de expedientes a los magistrados lo cual hace más transparente la administración de justicia patrimonial.

Paralelo a la modernización tecnológica, se ha elevado el nivel académico y profesional de nuestros servidores públicos, a través de  programas continuos de capacitación tales como cursos, seminarios, talleres, diplomados y maestrías para un mejoramiento profesional que redunde en beneficio de nuestra institución.

 

Distinguidos invitados y participantes:

Este Primer Congreso del Tribunal de Cuentas, prestigiado por juristas y auditores, nacionales y extranjeros, está dirigido a los empleados y los agentes de manejo, los administradores, los contadores, los abogados y los auditores de las instituciones públicas,  de las entidades de auditoría e investigación y de los organismos de administración de justicia con el fin de contribuir en su formación para mejorar la calidad y la eficiencia de la labor que realizan.

Este cónclave internacional, con la participación de altos funcionarios de instituciones hermanas de Brasil, Chile y España, constituye otro importante paso, una nueva meta y otro punto de partida para nuestro Tribunal de Cuentas y la Fiscalía General de Cuentas, ya que permitirá intercambiar conocimientos, experiencias y adelantos en materia de justicia de cuentas y su delicada misión de recuperar los bienes y fondos públicos mal habidos.

Temas como la ética y la transparencia en la gestión pública, el manejo de fondos y bienes públicos, la auditoría y la rendición de cuentas, la investigación y el plenario en la Jurisdicción de Cuentas, la relación de esta Jurisdicción con la Contraloría General de la República y con las jurisdicciones civil, penal y contencioso administrativo, y el Derecho Comparado serán abordados por nuestros expositores nacionales y extranjeros.

Sentimos una gran complacencia en la realización de este Primer Congreso que será el inicio de encuentros periódicos y el fortalecimiento de relaciones y acuerdos entre nuestro país y otros tribunales hermanos.

Nos congregamos hoy, como lo hacían los hombres primitivos hace miles de años, quienes se reunían al calor de la hoguera para compartir la luz en el intercambio de las experiencias diarias, experiencias vitales para la sobrevivencia del grupo y para las jornadas de los días subsiguientes. Es seguro que ya en ese momento de la humanidad tenían la certeza del valor del intercambio de las ideas y los conocimientos que se irían perfeccionando día a día y acumulándose de generación a generación.

Somos herederos de aquellos milenarios transmisores de la experiencia humana y desde entonces hemos repetido una y otra vez la experiencia enriquecida, los descubrimientos, las revelaciones de las ciencias, los acontecimientos históricos y sus protagonistas, en fin,  el conocimiento de las cosas y las cosas del conocimiento.  Ese acto de poder y rebeldía que nos conduce a la suprema libertad de ser y hacer.

Nos congregamos en este Congreso pionero para intercambiar nuestras experiencias y nuestros conocimientos que deben estar siempre al servicio de los pueblos y su desarrollo. Hoy, como en aquel entonces, compartimos la luz del conocimiento como el legado de este conglomerado humano a las presentes y las futuras generaciones en el empeño de contribuir a la construcción de una República más transparente, más justa y más solidaria.

Con esas ideas y con ese espíritu, declaro formalmente inaugurado este Primer Congreso Internacional del Tribunal de Cuentas de Panamá.

Muchas gracias.

 

III. EXPOSITORES.

 

1 – Jorge Luis Quijada

2 – Olayo E. González Soler

3 – Eustorgio Herrera

4 – Dionisio H. Botello M. 

5 – Abel Augusto Zamorano

6 –  Victor L. Benavides Pinilla 

7 – Antonio Arias Rodríguez

8 – Armando Fuentes Rodríguez

9 – Andrés Su González

10 – Ileana Turner Montenegro

11 – Marcelo Araya Rojas

12 – Lourdes Arias

13 – Jean Carlos Girado

14 – Paulo Soares Bugarin

15 – Virginia Arango Durling

16 – Luis E. Cleghorn

 

IV. DISCURSO DEL MAGISTRADO EN FUNCIONES ROLANDO MEJÍA MOSQUERA EN LA CLAUSURA DEL PRIMER CONGRESO INTERNACIONAL DEL TRIBUNAL DE CUENTAS.

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Panamá, 26 de septiembre de 2014.

 

Honorable Magistrado
OSCAR VARGAS VELARDE
Presidente del Tribunal de Cuentas

Honorable Magistrada
ILEANA TURNER MONTENEGRO
Vicepresidenta a. i. del Tribunal de Cuentas

Doctor
PAULO SOARES BUGARIN
Procurador General del Ministerio Público de Cuentas de Brasil

Doctora
VIRGINIA ARANGO DURLING
Catedrática de Derecho Penal de la Universidad de Panamá

Ingeniero
CARLOS CLEGHORN
Coordinador Interinstitucional de la Red de Ética Pública de la Procuraduría de la Administración

Distinguidos expositores nacionales y extranjeros

Distinguidos participantes

Señoras y señores:

 

Hay momentos especiales en que conviene invertir un poco de tiempo para escuchar la sabiduría que genera la experiencia ajena, hacernos dueños de  ese conocimiento, para luego aplicarlo  y compartirlo como bien común.

El tiempo que hemos invertido en estos tres días de fructíferas jornadas ha sido de incalculable valor. En cada exposición hemos recibido grandes aportes por lo que debo expresarme en una dimensión especial de gratitud. Más aún, cuando se me ha encargado, a nombre del Tribunal de Cuentas de Panamá y del Comité Organizador de este Primer Congreso, expresarles nuestro profundo agradecimiento por su participación y colaboración en el gran éxito de este evento.

Debo hacerme intérprete del reconocimiento especial que merecen nuestros invitados nacionales e  internacionales por haber invertido ganas y talento con todos y cada uno de los participantes.

Hace solo 72 horas emprendimos esta fraterna jornada de conocimientos. Y ahora, en los minutos finales, ya contamos con nuevos aportes, con nuevos trazos del paisaje de experiencias aquí vertidas. Un paisaje con nuevos horizontes que nos invita a seguir andando en busca de la luz.

Todo lo aquí planteado en estos tres días ya forma parte del bagaje común de los presentes, de la experiencia colectiva que nos permitirá ser un poco mejores. Todos nosotros, actores de este evento, resumimos el nuevo principio que, como el comienzo del Universo, estamos obligados a expandir y expandirnos hacia nuevas metas. Somos principio y fin, como un punto en la circunferencia, que es a su vez, el final y el inicio de la misma.

Este Primer Congreso del Tribunal de Cuentas de Panamá ha propiciado el encuentro de profesionales del derecho, de la administración, de la auditoría, de la investigación y de la administración de justicia, empeñados en enriquecernos en el encuentro con el otro para transmitirnos y vivir  valores humanos y éticos que nos permitirán ser más coherentes y estar en armonía entre los que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos. Ha sido un Congreso dirigido a los hombres y mujeres profesionales en el sentido más amplio y universal, pero que afecta beneficiosamente al bienestar de la sociedad, auténtica propietaria de los bienes públicos.

Muy interesante ha sido la participación del Procurador General del Tribunal de Cuentas de Brasil, Dr. Paulo Soares Bugarin, sobre el Tribunal de Cuentas y los procesos de Cuenta en Brasil. Creo que también es importante destacar la presencia en este evento del Secretario de Sesiones del Tribunal de Cuentas de Brasil, Dr. Luiz Henrique Pochyly Da Costa.

Otro magistral aporte fue el  del Dr. Olayo Eduardo González Soler, Fiscal Jefe del Tribunal de Cuentas de España, quien nos expuso sobre el modelo español de Control Externo, la configuración material de la responsabilidad contable y la configuración de sus exigencias procesales.

En igual línea de interés fue recibida la exposición del Dr. Antonio Arias Rodríguez, Síndico de la Sindicatura de Cuentas del Principado de Asturias, España. El Dr. Arias Rodríguez nos expuso sobre las contrataciones públicas, los informes y las irregularidades encontradas y recomendaciones  del Tribunal de Cuentas.

De gran provecho fue conocer la experiencia de la República de Chile que nos presentara el Dr. Marcelo Araya Rojas acerca de las etapas del proceso de cuentas en ese  hermano país.

Es importante destacar los aportes de nuestros brillantes expositores. La ponencia de apertura de este congreso estuvo a cargo del licenciado Jorge Luis Quijada,  Director de Rendición de Cuentas de la Contraloría General de la República quien nos presentó una detallada panorámica de las principales funciones de los órganos del Estado, así como las acciones del control de gestión de los fondos y bienes públicos, la auditoría interna y el control de obras en el Estado panameño. Aportes importantes también nos hizo el Dr. Eustorgio Herrera sobre el tema de auditoría y rendición de Cuentas de la Contraloría General de la República, mientras que la magistra Lourdes Arias, exmagistrada de la Dirección de Responsabilidad Patrimonial, expuso sobre la auditoría forense como base del proceso de cuentas.

No podemos dejar de mencionar la participación de un profesional panameño, como el licenciado Víctor Leonel Benavides, Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, quien se refirió a las relaciones entre Jurisdicción de Cuentas y la Jurisdicción Contencioso Administrativa, que es la encargada de conocer y decidir las demandas contencioso administrativas que se presentan contra las resoluciones finales emitidas por el Tribunal de Cuentas.

De gran utilidad fue la exposición del magistrado Abel Zamorano, Presidente del Instituto Colombo-Panameño de Derecho Procesal, quien analizó comparativamente la Jurisdicción Civil y la Jurisdicción de  Cuentas. Un análisis sobre la Jurisdicción Penal y la Jurisdicción de Cuentas nos presentó el magister Armando Fuentes, Fiscal Suplente de la Fiscalía General de Cuentas. Le correspondió al Dr. Rigoberto González Montenegro, Catedrático de la Universidad de Panamá, exponer sobre la base constitucional de nuestro Tribunal de Cuentas.

El  Fiscal General de Cuentas de Panamá, Andrés Sue González describió la fase de investigación de los procesos patrimoniales una vez que la Contraloría General de La Republica ha formulado los reparos en las cuentas en donde se detecten irregularidades que afecten fondos y bienes públicos.

La magistrada vicepresidenta del Tribunal de Cuentas de Panamá Ileana Turner Montenegro nos expuso sobre la Jurisdicción y el Proceso de Cuentas en Panamá en sus diferentes fases hasta la ejecución de la resolución final por parte de las autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas. El Magister Dionisio Botello, del Tribunal de Cuentas, por su parte, destacó la naturaleza jurídica del Tribunal con sus características e independencia de los tres órganos del Estado. El Licenciado Jean Carlos Girado se refirió a las medidas cautelares en el proceso de cuentas.

Por su parte la Dra. Virginia Arango Durling se refirió a los delitos contra la Administración Pública, que están íntimamente ligados a esta jurisdicción.

Finalmente pudimos escuchar el mensaje claro, certero y esperanzador del Ing. Luis Cleghorn, Coordinador de la red Institucional de Ética Pública de la Procuraduría de la Administración, sobre Ética y transparencia en la gestión pública que debemos tener presente en nuestra vida personal y profesional.

Todos los expositores nos permitieron apreciar con claridad los esfuerzos que se realizan en defensa y protección de los fondos y bienes patrimoniales

Gracias a todos por haber formado con su presencia una experiencia tan rica y diversa alrededor de un tema tan importante como la lucha contra el flagelo de la corrupción y el fortalecimiento de las instituciones democráticas,  que nos identifica y nos diferencia.

Este encuentro, a través de la opinión de nuestros expositores invitados y sus aportes como expertos cualificados, nos permite el compromiso de apostar al futuro, de mejorar todo aquello que contribuya a magnificar nuestra eficiencia y eficacia, y en identificar y perseguir a quienes lesionen los bienes patrimoniales de la nación.

En nombre del Pleno de Magistrados de nuestra institución y del Comité Organizador declaro clausurado el Primer Congreso Internacional del Tribunal de Cuentas de Panamá.

Muchas gracias.

 

V. Galería

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VI. Fotografía de materiales y libros entregados

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VII. Página 15A del diario La Prensa del lunes 27 de octubre de 2014.

Versión de la Prensa 654p.m. (528x1024)