El 20 de diciembre es una fecha de profundo significado para el pueblo panameño. En este día de duelo nacional, el Tribunal de Cuentas rinde un respetuoso homenaje a la memoria de los miles de panameños y panameñas que perdieron la vida, resultaron heridos o fueron desplazados durante los acontecimientos de 1989.

Este hecho histórico dejó profundas cicatrices en nuestra sociedad, pero también valiosas enseñanzas que nos invitan a reflexionar sobre la importancia de la paz, la justicia, el respeto a la vida, y la defensa de la democracia.

Mantener viva la memoria de los caídos es un deber moral y un compromiso con las generaciones presentes y futuras. Recordar no es dividir, sino honrar, aprender y reafirmar los valores que fortalecen nuestra identidad nacional.

El Tribunal de Cuentas, en cumplimiento de su responsabilidad social, se une al sentir del país en esta jornada de reflexión, respeto y recogimiento.