El 9 de agosto, como todos los años, conmemoramos el natalicio del insigne patriota Justo Arosemena, quien dedicó su vida a luchar por la educación en el Istmo, impulsó la fundación de la primera biblioteca pública en el país y dedicó su vida a luchar por la autonomía de Panamá durante nuestra unión a Colombia.
Justo Arosemena también fue un incansable defensor de la justicia, la libertad y los Derechos Humanos y ejerció la profesión de abogado hasta el día de su muerte a la edad de 78 años. Su legado como brillante jurista de su época fue reconocido póstumamente al darle el nombre a la sede de la Asamblea Nacional de Panamá como Palacio Justo Arosemena.
Por eso, cada 9 de agosto, los abogados celebramos nuestra fecha clásica en memoria de “el más ilustre de los panameños y Padre de la Nacionalidad” y su ejemplo nos impone el compromiso de velar por la vigencia del Estado de Derecho como piedra angular de la convivencia política y humana, fundada en el respeto a las garantías, la dignidad y los derechos de todos.
Al conmemorarse el Día del Abogado saludamos a todos los profesionales de las ciencias jurídicas del Tribunal de Cuentas y reconocemos su renovado entusiasmo al servicio del Derecho y la justicia patrimonial en defensa de los bienes de la sociedad, al tiempo que les exhortamos a honrar, con una convicción ética invariable, el ejercicio de esta noble profesión.
9 de agosto de 2014
OSCAR VARGAS VELARDE
Magistrado Presidente