La rendición de cuentas contribuye a la prevención de la corrupción que es uno de los mayores obstáculos para el desarrollo económico y social de cualquier país. El establecimiento de mecanismos sólidos de rendición de cuentas reduce el espacio para la corrupción y promueve un entorno de integridad y confianza. En ese contexto el Tribunal de Cuentas, con su compromiso de ejercer la justicia patrimonial de manera eficiente, con probidad, transparencia, independencia e imparcialidad, juega un papel fundamental en la lucha contra la corrupción, con el respeto irrestricto del debido proceso legal, conforme lo previsto en la Constitución Política y la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción.