En el marco de la conmemoración del 113º Aniversario de la sanción de la Constitución Política de 1904, el Ministerio de la Presidencia invitó al magistrado del Tribunal de Cuentas, Oscar Vargas Velarde, para dictar la conferencia La Constitución Política  de 1904 y el movimiento de reformas.

La ceremonia estuvo presidida por Su Excelencia Álvaro Alemán, ministro de la Presidencia, quien en solemnes palabras se refirió al acontecimiento histórico. La conferencia inicial estuvo a cargo del Dr. Hernando Padilla, quien disertó sobre los antecedentes de esta Constitución. Fue realizada en la Casa Amarilla de la Presidencia de la República y contó con reconocidas figuras de los órganos del Estado y la sociedad civil, del cuerpo diplomático y de jóvenes participantes de la Copa Nacional de Debates.

El magistrado Vargas Velarde, en su conferencia,  expresó que esa Carta Magna fue una obra de conciliación nacional entre los liberales, los conservadores históricos y los conservadores nacionalistas para establecer las bases de la República. Igualmente indicó que contiene disposiciones originales, que la distancian de su modelo la Constitución colombiana de 1886, en términos de igualdad ante la ley, hábeas corpus, libertad de pensamiento, libertad de reunión y relación entre Iglesia y Estado. No obstante, su pecado original consistió en permitir la intervención extranjera, aunque recordó también que ello tuvo su antecedente en el Tratado Mallarino–Bidlack, celebrado por la República de Nueva Granada y los Estados Unidos de América en 1846, que le confirió a estos la facultad de intervenir para garantizar la neutralidad y el libre tránsito por el Istmo.

Además, se refirió a las reformas parciales de la Constitución,  tales como la eliminación de la pena de muerte, el indulto por delitos políticos, la elección directa del presidente de la República y otras. Destacó que el Dr. José Dolores Moscote criticaba su exagerado centralismo y fue el principal impulsor de su reemplazo. El proyecto de la Comisión creada por Ley 25 de 1932, el del diputado Jacinto López y León, el del Lcdo. Galileo Solís y el del Lcdo. Fabián Velarde, fueron serios esfuerzos dirigidos a ese propósito.

Finalmente el magistrado Vargas Velarde concluyó en que la Carta Política de 1904 fue un paso en extremo significativo en la colocación de los cimientos dirigidos a la construcción del Estado panameño y en la consolidación de los lazos indestructibles de la Nación istmeña.