Para la justicia y para la verdad no puede haber otro camino que el que traza el compromiso con la Patria y con la verdad, para garantizar el principio rector que establece que todos los hombres son iguales ante la ley. Justo Arosemena fue un incansable defensor de la justicia, la libertad y los Derechos Humanos, hasta el momento de su muerte a la edad de 78 años.
Justo Arosemena nos enseñó que “…el uso de la soberanía y de la voluntad popular es un derecho perfecto y cuando al usarlas se procura el bien del país, donde se ha nacido, lejos de cometer un delito, se ejerce un acto de virtud, la virtud del patriotismo…”
El 9 de agosto de cada año, cuando conmemoramos el natalicio de este insigne patriota, los abogados panameños celebramos nuestra fecha clásica en memoria de “el más ilustre de los panameños y Padre de la Nacionalidad”, cuyo ejemplo nos impone la obligación de velar por la vigencia del Estado de Derecho y el cumplimiento de la ley como piedra angular de la convivencia política y humana, igualitaria y equilibrada y apegada a la razón y al mutuo respeto.
Al conmemorarse el Día del Abogado saludamos a todos los profesionales de las ciencias jurídicas del Tribunal de Cuentas, quienes en el ejercicio de sus labores diarias con responsabilidad y renovado esfuerzo distinguen nuestra institución con una convicción ética invariable y contribuyen al lustre de esta noble profesión.

Panamá, 9 de agosto de 2015.

ALBERTO CIGARRUISTA
Magistrado Presidente